sábado, agosto 29, 2009

Suave danza por la tarde

Es perceptible desde el instante mismo en que uno te divisa por los pasillos, así sea la primera vez que te dejés ver, así haya sido por teléfono, carta o telegrama únicamente que te conociera, aun así, es inevitable no verlo. En vos anida, es latente, se nota, el arte vive en vos y debe seguir ahí, asomándose de vez en cuando, expresándose solo, en tu caminar, en tu hablar, en tu manera de componer poesía visual. Una danza leve a ritmo de jazz con café por la tarde, clásico humo de tabaco, sabores amargos que coquetean con una dulce conversación que se renueva constantemente, exquisitez vespertina, regalo de vida.

Arte. Ser. Vida.