martes, septiembre 21, 2010

Telegrama 52

Parfois il n’y as pas une explication logique, mais on doit quand même apprendre à vivre avec ce que la vie nous rendre.

Ne t’inquiètes pas, je t’appelle.

Telegrama 51

Bonne nuit mon Champ!

martes, septiembre 14, 2010

Telegrama 50

Hay días en que me estorban las palabras y quisiera poder abrazarte en silencio.

domingo, septiembre 12, 2010

Telegrama 49

Tu me manques!

Un ratito de sol

El viento agita las palmeras y los móviles tocando melodías aleatorias de campanitas metálicas, al fondo un radio lejano canta…“I just called to say…”

El cielo discute entre azules y grises, alternándolos cada cinco minutos como jugando al gran juez. Ella, aprovechando los azules, deja su piel acaramelarse mientras sus ojos corren las páginas de una de las obras de Kahaled Hosseini, pausando de vez en cuando para cantar junto con el lejano radio “recuerdame cuando mires a los ojos del pasado…” para luego continuar leyendo e imaginando calles e imágenes de Kabul.

Su cuerpo reposa sobre la grama y la estrella espectral pinta de ambar casi toda su piel dejando líneas más claras en su cintura y al centro de la espalda donde se anudó la parte superior del bikini.

El juega con la botella de cerveza girándola provocando espuma y viendo a trasluz para hacer un comentario luego que ella quisiera ignorar, pero no puede y lo compensa con una sonrisa mientras moviendo sus labios, pero sin expresar sonido escucha y canta "quisiera repetir, el cansancio que me hiciste sentir..."

Transcurre el tiempo y entre sudores, melodías lejanas, lecturas y juegos, van tejiendo una conversación sobre el hoy y el mañana, agrados y desagrados, acuerdos y desacuerdos y como acordando no echar a perder el momento y el buen ambiente, ambos deciden dejar la conversación inconclusa, ella regresa a su lectura y él se levanta en busca de otra cerveza siguiedo la canción del momento “estoy ya cansado de estar endeudado, de verte sufriendo por cada centavo…”

miércoles, septiembre 08, 2010

Telegrama 48

A vos que me endulzás aún con una silente sonrisa, con un recuerdo repentino, con tu bellísima forma de pronunciar "papi".

Que me das energías cuando siento perderlas, que me ponés de rodillas y acompañás en mis oraciones.

Que me alegrás los días más amargos pintando a colores el silencio y la distancia.

A vos, que te importa nada si una semana es mucho tiempo o poco y al igual que yo esperás ansiosamente a que llegue.

Te deseo un muy feliz Día del Niño.

martes, septiembre 07, 2010