domingo, enero 31, 2010

Ella lo pensaba a solas

Quiso llamarlo, pero como tenía certeza que no respondería, intentó escribirle, pero al recordar que tampoco le leería, decidió pensarlo y amarle en silencio por un rato, para luego tomar su guitarra y componerle una canción espontánea que jamás escucharía. Porque el tipo tenía la manía de perderse de noche y a veces de día como si la tierra lo tragara o si intentara que el olvido lo borrase por completo de la esfera y las páginas de la memoria se volviesen amarillentas de repente. Ignorante que el amor no se va con la misma velocidad y magia con que llega.