jueves, marzo 10, 2011

Relojes Detenidos

Amanecía nuevamente sintiéndose un nuevo clima de una primavera que aun no llega, pero que él percibía en los poros de su piel, resultado del sublime encuentro vivido la noche anterior al consumirse profundamente en esa delicada húmedad que tanto amaba, hudiéndose luego en ella entregándole todo su amor, su pasión, su compañía. Saciando ese deseo que tan exquisitamente le hacía disfrutar en su boca, sus manos y su cuerpo desnudo en una noche que parecía haber detenido relojes, planetas y soles para permitirles amarse sin interrupciones