Boté servilletas, rompí borradores, papeles, escritos, quebré lápices, eliminé archivos, rompí fotos, borré otras, lancé discos al vacío y hasta me bañé tres veces...
...Pero hay recuerdos que no se olvidan ni volviendo a nacer.
Brindo por esos recuerdos y por esas personas que nos los causaron, buenos o malos, heridas que si no van a sanar nunca, pues que se conviertan en tatuajes que pueda exhibir como heridas de guerra...
...que a veces la vida pareciera no ser más que eso.
¡Salud!