lunes, marzo 30, 2009

Resaca de un presagio

Desnudo en el piso intentó enjugar en vino el paladar amargo, la migraña resultado de su propio abandono y la acumulación de pensamientos en los párpados que mostraban levemente su agitación mental.

Se bañó tres veces pretendiendo olvidar lo vivido y algunas imágenes recién creadas por la imaginación que se le enredaban en la memoria prohibiéndole comprender su misma razón borracha de ideas.

Se afeitó esperando cortarse la verruga que desde horas antes le picaba el lado izquierdo de su ego y de tanto rascarse le sangraron los celos.

Al apagar la luz buscando el sueño, el sol rayando el alba le silbó al oído.

Intentó llorar, pero no le quedaban ya lágrimas.