Juega coqueta y creativa, a su ritmo y estilo, sin pistolas ni espadas, con sus muñecas durmientes, a quienes hay que cambiarles las mantillas, cantarles una canción y acostarlas a dormir.
La miro en silencio, como evitando que se percate de mi presencia, y en eso le brota una sonrisa cuando me descubre observándola y me da la instrucción con su dedito de no hacer ruido para no despertar a Sara.
Serio continuo sin hacer ruido y dejándola jugar a solas, pero nos es imposible ignorarnos y con solo verme a los ojos, logra que me tire al piso y le ayude a acurrucar bebes, a entrar en su mundo y cantar canciones que ella inventa.
De gozo me llena y cuando la tarea da por terminada, con un beso me premia, coqueta y creativa.
nacido una tarde jugando a las muñecas