Mi corazón sangrante necesita una curita, café negro, aguardiente y un abrazo porque no logra encontrar la calma que una vez vivió junto a vos y se pregunta qué posibilidades habrá de recuperarte y si yo le permitiré anidarse de nuevo en ese cálido lugar que una vez le ofreciste.
Mi corazón sangrante me reclama que no lo cuidé sino que lo dejé entrometerse y distraerse acostumbrándose al tuyo, a tus manos, a tus caricias, a tus besos, a tu voz, a tu olor, a tu presencia y a tu amor.
Mi corazón sangrante se pregunta quién le cuidará del frío, de la soledad, del remordimiento y de la resaca que le provoca este espíritu borracho de recuerdos.
Mi corazón sangrante te extraña y llora por vos.
Mi corazón sangrante me reclama que no lo cuidé sino que lo dejé entrometerse y distraerse acostumbrándose al tuyo, a tus manos, a tus caricias, a tus besos, a tu voz, a tu olor, a tu presencia y a tu amor.
Mi corazón sangrante se pregunta quién le cuidará del frío, de la soledad, del remordimiento y de la resaca que le provoca este espíritu borracho de recuerdos.
Mi corazón sangrante te extraña y llora por vos.